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- La curtiembre puede procesar hasta 1.500 cueros por día en la planta industrial, pero en la de compostaje genera un olor inaguantable para sus vecinos.
- El Gobierno libertario aplicó una desregulación acusando lobby sectorial, algo que podria impactar negativamente en Salta.
La curtiembre Arlei volvió a estar en el centro de la polémica por los malos olores que se generan en la planta de compostaje ubicada en el municipio de Campo Quijano, una situación que se agrava con la casi superposición de las lluvias y las altas temperaturas que atraviesa la provincia.
Esta empresa oriunda de Santa Fe tiene capacidad para procesar aproximadamente 1.500 cueros por día en su planta industrial del municipio de Rosario de Lerma, cuyo material de descarte se termina depositando en la planta de compostaje al aire libre de Campo Quijano.
Una vez reunidos los desechos del curtido de cuero, se colocan lombrices californianas para que produzcan abono de calidad para la germinación de árboles autóctonos en el Vivero Forestal de la provincia, según informa la empresa en su web.
En ese relleno ubicado sobre la ruta provincial N°36 de Campo Quijano se produce un hedor que incomoda la tranquila vida de los vecinos y de quienes asisten a la escuela rural de la zona. Así lo reflejó el Diario del Valle tras una recorrida por el lugar: las personas consultadas para el video aseguran que el tufillo cotidiano es inaguantable.
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De acuerdo con la empresa, poseen un “sistema integrado de calidad, seguridad y medio ambiente con una planta propia de tratamiento de efluentes que funciona los siete días de la semana, para desarrollar sus actividades productivas en un marco sostenible en el tiempo”.
Aparentemente ese sistema no funciona a la perfección. Y la situación no es nueva: en enero las precipitaciones generaron el colapso de la curtiembre y los efluentes habrían desembocado en el canal de CEOSA y en las acequias de las fincas que se ubican en la zona, detalló el sitio Rosario de Lerma.

De hecho, hay denuncias por posible contaminación ambiental desde el año 2013. En aquella oportunidad se barajaba la posibilidad de clausurar a la empresa, pero finalmente se resolvió la implementación de estándares de control para el cuidado del medioambiente y monitoreo del impacto social, cuyos resultados son una incógnita, si es que hubo investigaciones al respecto.
Además del malestar por los malos olores, existe el temor de que los efluentes de la curtiembre terminen en los canales de riego o en el Rio Rosario, pues esto provocaría un problema adicional para los agricultores y, consecuentemente, para los consumidores de esos productos.

Sobre la empresa
De acuerdo con los datos empresariales, en la sede provincial de Arlei trabajan aproximadamente 200 personas, un número más que significativo en cualquier localidad del interior salteño.
Los trabajadores se encargan de producir cinturones, calzado y talabartería principalmente, la planta produce grupones para suelas, cubre tacos y vira, además de suelas cortadas, faldas, cabeza, dobles culatas, lados y dossets.
La planta salteña de Arlei tiene la capacidad de procesar 1.500 cueros por día, al producir un promedio de 45.000 unidades por mes.
Esta curtiembre colabora con clubes e instituciones para mejorar sus campos deportivos. Gimnasia y Tiro, Juventud Antoniana, Complejo Tucán, Jockey Club, Parque del Bicentenario, entre otros, fueron beneficiados con el abono.

Vale recordar que semanas atrás el ministro de Eliminación del Estado mileista Federico Sturzenegger eliminó las retenciones al cuero bovino, una medida que favorecía a las curtiembres garantizándoles la materia prima a bajo costo.
Como informó BUUFO, Sturzenegger dijo que “al valorizarse el cuero gana el productor ganadero, gana el frigorífico y gana el consumidor” con el supuesto abaratamiento de la carne (pues el ingreso por venta del cuero al exterior mejoraría la estructura de costos, supone).
Al explicar la iniciativa, Sturzenegger apuntó al lobby de las curtiembres para mantener los derechos de exportación del cuero, lo que significaba un costo menor de la materia prima que utilizan en su industria.
De manera tal que la eliminación de las retenciones al cuerpo podria impactar negativamente en empresas locales, incluidas las de Salta, que comercializan productos o prestan servicios a la curtiembre Arlei.
Me gustaría contar sobre un histórico conflicto que había devastado un potencial mercado de exportaciones premium de nuestro país y que se resolvió con la baja de retenciones anunciada ayer por @madorni y @LuisCaputoAR. Tiene que ver con la industria del cuero. Explicamos.
Las… pic.twitter.com/lm6xyUgFUt
— Fede Sturzenegger (@fedesturze) January 24, 2025
Una de las curtiembres más grandes del país y “uno de los mayores fabricantes de cuero del mundo” es SADESA, cuyos dueños son la familia de Marcos Galperín, el empresario mileísta creador de Mercado Libre. Los detalles son explicados por Matías Longoni en una nota de Bichos de Campo, que podes leer ingresando acá.
Además del libertario Galperín, aunque con menor porte, esta vinculado a la actividad el diputado nacional salteño Julio Moreno Ovalle. La firma se llama “LAUJU SRL”, que funcionaba (o lo sigue haciendo) en Atocha, en cuya constitución figuraban el veterano legislador libertario y Marta Inés Buliubasich, su esposa. Esta firma tuvo denuncias por el impacto ambiental en el arroyo Isasmendi, motivo por el cual intervino el Ministerio Publico Fiscal.
Así las cosas, en un panorama económico complejo para las curtiembres tras la eliminación de retenciones a la importación de cueros, los reclamos por presunta contaminación ambiental son una piedra mas en los zapatos.
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