Mario Antonio Cargnello quedó envuelto en una polémica que enfrenta a la justicia divina con la justicia terrenal. Resulta que el Arzobispo de Salta fue descubierto mientras manejaba su camioneta sin licencia de conducir y con alcohol en sangre, lo que está prohibido por ley.
La situación fue filmada por un agente de tránsito o transeúnte y el video corrió como reguera de pólvora: Cargnello es interceptado en un control de tránsito nocturno en la Avenida Bicentenario, una de las más transitadas de la capital salteña, y admite no estar en regla.
Luego de hacer el ademan de buscar “algo”, el líder de la Iglesia Católica en Salta acepta que no tenía consigo el carnet para conducir. Y como “no puede negar”, dijo, Monseñor va más allá: confiesa que había tomado bebidas alcohólicas en una cena previa “con amigos”.
El secretario de Transito y Seguridad Vial de la Municipalidad, Matías Assennato, dijo que realizarían un sumario administrativo al trabajador que dejo circular a Cargnello pese a no cumplir con la normativa de seguridad vial.
“También iniciaremos las acciones contra el conductor, en este caso el Monseñor”, deslizo Assennato en la radio oficialista FM Aries. Según explica el funcionario, para quien hay una “presunción” de consumo pese a la confesión de Cargenllo, el Tribunal de Faltas podría aplicar una sanción.
Lo cierto es que el caso de Cargnello al volante explicita el poder que tiene La Iglesia en Salta, tanto en los ciudadanos de a pie que profesan el catolicismo como así también en los resortes de la administración de la cosa publica.







