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- La decisión del Gobierno de Milei entierra una posición diplomática histórica que fue destacada a nivel mundial. Repudio de la CONADU por el retroceso y vaciamiento libertario.
- “Hay una renuncia a una bandera que nos había constituido en actor mundial”, afirmó un analista internacional.
El Gobierno de Javier Milei profundizó su alineamiento con los Estados Unidos y decidió retirar a la Argentina de su candidatura al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas para el período 2026-2027.
La medida entierra la histórica postura diplomática del país que forma parte del foro desde 2006, tiempo en el cual la Argentina fue reconocida a nivel internacional por sus políticas activas por la causa de memoria, verdad y justicia tras la última dictadura cívico-militar, así como su compromiso con la ampliación de derechos civiles y sociales.
De esta manera, Argentina renuncia a la posibilidad de promover y participar de resoluciones que marquen un posicionamiento a nivel global sobre determinados temas de interés, como puede ser un pedido de alto al fuego en un conflicto bélico o la condena a naciones que vulneren el derecho internacional.
La decisión de Milei va en sintonía a la que tomó su par estadounidense Donald Trump, que hizo lo propio con los acuerdos contra el cambio climático y la denominada Agenda 20230. El líder libertario reivindica a Trump como faro mundial de la política internacional, al igual que con Benjamín Netanyahu del Estado de Israel.
RÉPLICAS
La Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) expresó su enérgico rechazo a la disposición de la Administración Milei y advirtió por el vaciamiento y retroceso en la trayectoria de compromiso nacional e internacional en la materia.
“Al negarse a presentar la candidatura, el país renuncia a un espacio de incidencia clave en la ONU, debilitando su capacidad para intervenir en la creación de normas, resoluciones y misiones que abordan violaciones a los derechos humanos”, señaló CONADU en un comunicado.
Y agregó: “Esta decisión se inscribe en una política gubernamental de desinversión en organismos multilaterales, no sólo en el Consejo sino también en la Organización Mundial de la Salud, lo que evidencia un claro desapego del país hacia la cooperación internacional y los valores que la sostienen”.
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«Esto marca un quiebre en el posicionamiento de Argentina en un tema que se había convertido en política de Estado del país: la lucha internacional por los derechos humanos«, dijo a la agencia internacional Sputnik el analista Gonzalo Fiore Viani, quien también advirtió que el gesto tiene un valor simbólico fuerte: «Hay una renuncia a una bandera que nos había constituido en actor mundial».
Fiore Viani agregó que Argentina siempre ha sido “una voz legítima” en materia de derechos humanos: “No hay muchas instancias en las que Argentina resalte a nivel internacional como la lucha por Derechos Humanos. Ese es el verdadero costo a pagar».








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