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- El índice inflacionario del 2,2% fue celebrado por el Gobierno . Los sindicatos advierten un desfasaje cercano al 15% contra los salarios porque se utiliza una canasta de 2004.
- “Este método desactualizado oculta que el poder de compra de los salarios se redujo un 50%”, apuntaron.
Según el INDEC, la inflación de enero fue de 2,2%, pero en el NOA saltó al 2,6%
Más de 30 sindicatos emitieron un comunicado para cuestionar la medición oficial de la inflación que elabora el INDEC, cuyo índice para enero fue de 2,2%, el número más bajo desde julio de 2020.
“Para la mayoría de la población ese porcentaje no refleja el aumento efectivo de los bienes y servicios que afrontamos todos los meses con nuestros ingresos”, apunta el texto firmado por ATE, La Bancaria, los Aceiteros, entre otros gremios.
Y añade: “Hoy podemos demostrar que ese desfasaje es real y tiene una explicación clara: el Indec utiliza una metodología de cálculo desactualizada. El Gobierno no se atreve a modificarlo porque develaría que la inflación es mayor que la publicada”.
Las entidades sindicales consideran que hay que actualizar la forma de medición incorporando los datos de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares y sostienen que “la mayoría de los especialistas coinciden en que existió un desfasaje cercano al 15% (en contra de los salarios) entre los datos oficiales y la inflación sufrida en 2024”.
“¿Es lo mismo medir el peso de los servicios públicos con subsidios que sin ellos? ¿O el impacto de los alquileres con aumentos anuales pautados con incrementos “libres” cada tres meses?”, se preguntaron los gremios. Y ponen un ejemplo: “es innegable que la desigualdad en la relación entre propietarios e inquilinos nunca estuvo tan dramáticamente expuesta”.
“Este método desactualizado oculta que el poder de compra de los salarios se redujo un 50% en los últimos años, solo mitigado por las negociaciones paritarias y conflictos salariales”, afirman los gremios.

Una nota de La Política Online refiere a las sospechas de “cierta distorsión” en las mediciones del organismo nacional que conduce el massista Marco Lavagna– a quien le llaman ‘El Dibu’- y precisa que se utiliza una canasta de productos y servicios que data de 2004.
De hecho, en septiembre de 2024 el propio Lavagna dijo que comenzaría a aplicarse una nueva metodología cuyo “cambio más importante es la ampliación de la cantidad de productos a relevar”. Sin embargo, pasados los dos meses que puso como meta, no se aplicó.
El texto de los gremios sostiene que “la mayoría de los trabajadores cada vez están más lejos del Salario Mínimo, Vital y Móvil, aprobado en la Ley de Contrato de Trabajo y en la Constitución Nacional, que es la remuneración menor que debe recibir un trabajador para asegurar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, salud, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión”. Y apunta: “Para cubrir esos gastos a finales de 2024 un trabajador debía percibir un ingreso bruto mínimo de $1.900.000 mensuales”.
“Tenemos los datos, las causas que explican las diferencias entre la realidad y el dibujo oficial, y el veredicto de la población que comprueba mes a mes que no son ciertos los números que se comunican oficialmente”, finaliza el comunicado gremial titulado “Los datos de inflación no coinciden con el impacto en nuestros bolsillos”.









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