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- El 1° de septiembre de 2022 la ex presidenta y entonces vicepresidenta de la Nación sufrió un intento de asesinato en inmediaciones de su hogar.
- A pesar de la gravedad del caso y del tiempo que ha pasado, el proceso judicial no culminó. Y tampoco recogió los reclamos de la defensa de CFK.
El 1° de septiembre de 2022 la ex presidenta de la Nación por dos mandatos y entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner sufrió un intento de asesinato en inmediaciones de su hogar en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Palermo.
Fernando Sabag Montiel, el atacante, se infiltró en la militancia peronista y apuntó con un arma a la cabeza de CFK. Hizo un disparo cuya bala no salió y, cuando intentó recargarla, fue interceptado por la multitud.
El hombre había estudiado el lugar previamente haciéndose pasar por un vendedor ambulante de copitos de azúcar. Además, contó con la ayuda de Brenda Uliarte, su ex novia, con quien planificó el atentado contra la Vicepresidenta.
La titular de la Fiscalía General N°3 ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de la Capital Federal, la fiscal general Gabriel Baigún, solicitó que los imputados Sabag Montiel y Uliarte sean condenados a las penas de 15 y 14 años de prisión, respectivamente, por el intento de asesinato de la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“Una vez que Sabag se encontraba a escasos centímetros de la Dra. Fernández de Kirchner, apuntó contra su rostro y gatilló en una oportunidad. El hecho no se consumó por motivos ajenos a su voluntad, ya que, pese a que accionó la cola del disparador, la bala no salió y, cuando se disponía a recargar nuevamente, fue interceptado por la multitud”, describió la fiscal Baigún, informó el Ministerio Público Fiscal.
Baigún puntualizó que ambos acusados se infiltraron entre la militancia «para actuar sobre seguro y garantizarse la imposibilidad de la víctima de repeler el ataque».
En este mismo sentido, la fiscal dijo: «Un ataque ejecutado así no se podía prever de antemano, porque la gente se había juntado para expresarle cariño a la entonces vicepresidenta, en la puerta de su domicilio».
Durante el juicio el acusado por el intento de magnicidio, el autor material declaró: “Yo la quería matar a Cristina Kirchner y Brenda Uliarte quería que muera”.
El proceso judicial sigue en marcha. La defensa de CFK había solicitado investigar la llamada «Pista Milman«, en referencia al diputado nacional del PRO Gerardo Milman, a quien un testigo de la causa dijo haber escuchado una declaración suya referida a la muerte de una mujer, que relacionó al atentado contra CFK.
Tampoco se profundizó acabadamente en el financiamiento de las organizaciones que por entonces generaron violencia política con protestas agresivas en la vía pública, pese a que se detectó una conexión con la familia Caputo- vía la empresa Caputo Hermanos– con Jonatan Morel del espacio «Revolución Federal«.
Sobre esto último, la periodista Irina Hauser sostuvo en el diario Página 12 que Morel «comenzó a recibir pagos de los Caputo el 24 de mayo del año pasado, un día antes de que la organización hiciera su primera marcha callejera con antorchas, y se cortaron justo con el intento de magnicidio».
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