Se cumplen 46 años de La Noche de los Lápices

Un 16 de septiembre de 1976 la dictadura cívico-militar secuestró a diez jóvenes que reclamaban por el boleto estudiantil gratuito. Documentos hallados años más tardes en dependencias policiales hablaban de «integrantes de un potencial semillero subversivo».

El 16 de septiembre de 1976, a meses de producido el Golpe de Estado el 24 de marzo del mismo año,  la Policía de la Provincia de Buenos Aires secuestró a diez estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata que mantenían sus reclamos por derechos estudiantiles.

La jornada es conocida como «La Noche de los Lápices«, uno de los tantos operativos del plan sistemático de represión ilegal aplicado en la última dictadura cívico-militar.

Las y los estudiantes tenían entre 16 y 18 años e integraban en su mayoría la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y en la Juventud Guevarista, la rama juvenil del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Habían participado de las movilizaciones por el boleto estudiantil gratuito que luego fue echado por tierra por la cúpula militar.

María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco Muntaner, Claudio de Acha, Horacio Húngaro y Daniel Racero aún permanecen desaparecidos, mientras que Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler sobrevivieron y hoy son ex detenidos-desaparecidos.

«La Noche de los Lápices quedó como un ícono muy fuerte en la impronta de los jóvenes; es una fecha para conmemorar a los cientos de chicos que fueron desaparecidos, torturados o que sufrieron cárcel o exilio; violaciones de los derechos por ilusiones propias de su edad», dice Emilce Moler décadas después.

Los responsables del operativo fueron el general Ramón Camps y el comisario Miguel Etchecolatz. Usaron autos Ford Falcon sin distintivos y trasladaron a los adolescentes a los centros clandestinos de detención.

Tras el secuestro ilegal, fueron detenidos en el centro clandestino conocido como Arana, donde se los torturó durante semanas con distintos métodos (entre ellos la picana eléctrica), y luego trasladados al Pozo de Banfield.

Camps y Etchecolatz eludieron el juicio por más de 25 años, pero finalmente, en el 2003, fueron condenados por delitos contra la humanidad.

Según un documento de inteligencia titulado «La Noche de los Lápices», que años más tarde fue hallado en dependencias de la Policía bonaerense, el comisario mayor Alfredo Fernández describió las acciones que debían desplegar contra estos jóvenes «integrantes de un potencial semillero subversivo», detalló Télam.

Cada año organismos de derechos humanos llevan a cabo encuentros y charlas con jóvenes en el ex Destacamento 101 de Inteligencia, lugar donde se planificaron y cometieron crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado.

Desde 2006, por decisión del entonces presidente Néstor Kirchner, y desde 2014 por ley 27.002, se conmemora cada 16 de septiembre el Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios, un homenaje para que «los lápices sigan escribiendo».

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