Desinformación y egoísmo nochero: Kike Teruel y la vacuna contra la Covid-19

Aseguró que ninguno de Los Nocheros se va a vacunar contra el coronavirus, excepto si es requisito para hacer espectáculos en el exterior. «No creo que tengan la información clara», sostuvo acerca de la comunidad científica mundial, y ponderó las «terapias alternativas». ¿Por qué es necesaria la vacunación de la mayor parte de la población para terminar con la pandemia?
Por Emiliano Frascaroli
El líder de Los Nocheros, Kike Teruel, aseguró que ninguno de los integrantes del grupo folclórico se va a vacunar contra la Covid-19 porque «no tienen confianza» en los avances de la ciencia mundial contra la enfermedad pandémica, pero sostuvo que si es requisito para dar espectáculos en el exterior, sí lo harán porque «no les va a quedar otra».
«Acá, en casa, nos manejamos con terapias alternativas. Siempre tratamos de estar bien, de comer bien, de tener la energía arriba y estar alcalinizado el cuerpo«, dijo el músico salteño.
Sobre la desconfianza en las vacunas, Teruel dijo que «hay un país que acepta la AstraZeneca, otro la Sputnik no; otro dice que es una dosis, después dicen que son dos, después que con una está bien«. «No sé si están todos confundidos o a veces se confunde la política con la información, pero no está claro», señaló en una entrevista con la señal televisiva El Doce (Córdoba).
«No le tengo miedo a este virus… osea, le tengo respeto como a todos los virus. A esta altura una pulmonía, una gripe, siempre es natural que también corra y se contagie, así que de la misma manera lo trato a esto (Covid-19)«, ha manifestado el cantante de Los Nocheros.
Teruel sostuvo que «es una decisión personal y familiar que no tiene, para mí, nada de malo; nos cuidamos mucho y respetamos a todos los que lo hacen por supuesto».
Cuando el periodista le planteó que las vacunas arrojaron resultados favorables para la salud y que «el problema no es que vos estés bien, el problema es que vos podés ser vector de contagio a otras personas», el músico respondió: «Yo opino que tampoco saben esa información, no es tampoco certera porque todavía no supieron aclarar si es que el que tiene (coronavirus) vuelve a tener, si es que el que está vacunado puede contagiar o no o cuál es el porcentaje de no contagio que vos tenés si es que estás vacunado«.
A su vez, Teruel dijo que «para los ingleses la de Oxford es la mejor, para los estadounidenses la Pfizer o la AstraZeneca, en Europa no aceptan la Sputnik (sobre todo obviamente la parte que no sea Rusia)».
«Entonces, yo sé esto por lo que nosotros queremos viajar entonces nos informamos cuál tendríamos que ponernos. Por ese motivo es que vuelvo a lo mismo: hay desinformación y es todo demasiado experimental para uno que por tantos años nos cuidamos de todo tipo de virus y enfermedades más de acá (se señala la cabeza) que de otro lado, yo por ese motivo no creo que todavía la tengan clara«, expresó.
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Para el integrante de Los Nocheros «hay mucha geopolítica metida«. Y continuó: «¿Sabes qué pasa también? Que acá todos los días cambian. Acá nos tienen encerrados hace no sé cuánto tiempo (no encerrados a todos pero sí a mucha gente que necesita trabajar) y antenoche se armó un lío bárbaro en la fiesta de Güemes que estuvo un montón de gente».
«Todo eso lo que hace es que se pierda credibilidad lo que se dice y lo que nos exigen. Por ahí viene lo mío también. Ahora, por supuesto que si para trabajar la necesitamos, sí lo vamos a hacer«, se justificó.

La postura de Kike Teruel y de Los Nocheros, desde el punto de vista científico, es una canción a la desinformación, y desde el punto de vista humano, una clara muestra de egoísmo.
Es que, si una persona se contagia coronavirus y no tiene la vacuna no sólo crecen las posibilidades de que el cuadro se agrave e incluso llegue la muerte, sino que también se propende el contagio a otra persona. De manera tal que se podría dificultar la obtención de inmunidad colectiva (de al menos un 70% de la población) y se generaría una presión innecesaria al sistema de salud.
Al menos así lo advirtió el médico José Torradas del Colegio Americano de Médicos de Emergencias de Estados Unidos. «Ese momento de inmunidad colectiva se retrasa porque el virus existe al poder saltar de una persona a la otra y si las personas ya tienen anticuerpos, pues eso representa una manera de bloquear la transmisión del virus», dijo a la CNN.
Cabe recordar que quienes fuman o lo han hecho, como Teruel, están más expuestos a la enfermedad.
Así las cosas, esto quiere decir que hablamos de un problema colectivo que se debe abordar de igual forma, más allá de las terapias alternativas que cada quien desee aplicar puertas adentro.
En rigor, existen datos que permiten conocer la efectividad de las vacunas respecto a la variación en las internaciones de terapia intensiva. Según informó el Ministerio de Salud de la Nación, crecieron las internaciones por Covid-19 en menores de 60 años. En abril, se ubicó en un 56,3% sobre el total de internados.
Las estadísticas se corresponden con los de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), cuyo informe arrojó “una alta ocupación de camas a predominio de pacientes jóvenes graves portadores de la COVID-19, con un alto requerimiento de asistencia respiratoria mecánica y de posición prono” (boca abajo).
Este comportamiento del sistema sanitario se ha identificado en la región y en hospitales de todo el país, incluidos los de Salta, según afirmaron profesionales de la salud. «Observamos un aumento en la internación de personas jóvenes, entre 25 y 45 años, incluso muchos de ellos han tenido que ir- por la neumonía que provoca la enfermedad- a respirador», dijo el todavía presidente del Comité Operativo de Emergencias (COE) provincial Francisco Aguilar.
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Por otro lado, respecto a la «desconfianza» en las vacunas y las confusiones nocheras, huelga decir que tal vez lo único cierto que dijo es que hay una geopolítica de las vacunas. Tanto así que los países ricos han acaparado los antídotos, dejando a naciones pobres y en vías de desarrollo a merced de la ley de la selva (o del mercado).
Sobre las aprobaciones de determinadas vacunas y otras no en ciertos lugares, podemos decir que la Unión Europea, por ejemplo, aprobó cuatro vacunas (Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Johnson&Johnson), pero no así la Sinopharm (China) y la Sputnik V (Rusia). Algunos países del bloque como Hungría sí utilizaron el antídoto del Instituto Gamaleya. Son cuestiones de la geopolítica y, en el caso de las aspiraciones y posibilidades de la familia nochera, de «elegir cuál colocarse».
Sin embargo, las informaciones que surgen en torno a la enfermedad y a las vacunas es cambiante puesto que se trata de una situación en constante análisis. Así, con la aparición de nuevas variantes- como la Delta– se realizaron estudios para evaluar la eficacia de las vacunas, por ejemplo. Uno de ellos arrojó que las vacunas Sputnik V y la de AstraZeneca son efectivas a dicha cepa.
Pero también pasa que algunos productores, como el Instituto Gamaleya de Rusia, han sugerido aplicar una dosis más de la Sputnik V como refuerzo ante la variante Delta. O que ciertos laboratorios o países analicen la combinación de tecnología para analizar un potencial mejor impacto, tal como señala The New York Times.
Respecto a los planteos de Teruel acerca de la falta de certeza de información respecto a si una persona puede reinfectarse, o si quien está vacunado puede contagiar, o el porcentaje de «no contagio» que se tiene al estar vacunado, hay que señalar que:
- Existen casos de reinfección, que aunque fueran un tanto inusuales, son leves en su mayoría debido a la generación de anticuerpos. A su vez, la aparición de nuevas cepas o variantes del virus Sars-Cov-2 obligan a la comunidad científica evaluar tales posibilidades, al tiempo que todavía se desconoce a ciencia cierta cuánto pueden durar los anticuerpos (que dependen del sistema inmunológico). En diciembre de 2020, la ministra de Salud Carla Vizzotti explicó que «se considera como caso sospechoso de reinfección» a quienes den resultados positivos en test PCR después de 45 días o más tras la primera infección «durante el cual permaneció libre de síntomas y/o se obtuvo una PCR no detectable para SARS-CoV-2». De cualquier manera, las personas reinfectadas podrían ser vectores de contagio del virus.
- La persona que está vacunada puede contagiarse y también contagiar. Como se explicó, la enfermedad tendrá menor impacto. En este caso particular, también, el Instituto Gamaleya de Rusia ha señalado que quienes se colocaron la Sputnik V no propagan la enfermedad.
- Estar vacunado no te libera de la posibilidad de contagiarte, sino que fortalece la capacidad de respuesta de tu cuerpo equipando al sistema inmunológico. No hay porcentajes de «no contagio», sino más bien del impacto en las personas una vez producido.
Por su parte, Teruel dijo que «para los ingleses la de Oxford es la mejor, para los estadounidenses la Pfizer o la AstraZeneca, en Europa no aceptan la Sputnik (sobre todo obviamente la parte que no sea Rusia)». Es cierto que los intereses confluyen en negociaciones también de salud, pero existe una definición que se expande: «la mejor vacuna es la que toca«. Además, es importante recordar que el laboratorio AstraZeneca ha trabajado con la Universidad de Oxford en la vacuna.
Un artículo de Página 12 publicado hoy y firmado por Pablo Esteban señala que las vacunas «son heroínas anónimas que, entre el 1º de abril y el 1º de junio, según estiman los analistas de datos Santiago Olszevicki y Jorge Aliaga, han salvado la vida de 14 o 15 mil adultos mayores frente a la covid«.
Dicha cualidad heroica es característica de las vacunas en general, algo que adquiere especial relevancia en una enfermedad que se ha cobrado millones de vidas en el mundo y decenas de miles en el país. Pero existe un pequeño y ruidoso movimiento de personas antivacunas que pugna su efectividad, asegurando que la cura es peor que la enfermedad, en muchos sin criterios rigurosos-científicos- que respalden sus apreciaciones.
Las posturas negacionistas o que minimizan al coronavirus- como las de Teruel o del expresidente Mauricio Macri- son una problemática que preocupa cada vez más a las autoridades sanitarias. Más pronto que tarde la oferta de antídotos superará la demanda y existirá un porcentaje de la población que aún no se ha vacunado.
Es por eso que en los últimos días se conocieron distintas estrategias a lo largo y ancho del país para convencer a la ciudadanía de que la inmunización contra la enfermedad pandémica ayudará a ponerle fin a la catástrofe mundial que atravesamos. Una situación de la que no saldremos sin la solidaridad colectiva.